“El resultado”, suele decir Ceasar Luis Menotti, “es un impostor”. Alguien capaz de ocultar una verdad con tal de codearse con el “éxito”. Alemania, había sido sub-campeón del mundo en Corea-Japón 2002 (resultado nada despreciable, aunque haya quienes piensan que del segundo nadie se acuerda). Su estilo de pelotazo y choque, nada pudo hacer ante un equipo brasileño que contaba con jugadores de altísima calidad en cada una de sus líneas, y el potencial necesario para pasearse de la mano con la estética, pero que sin embargo, prefería ignorarla, refugiándose en la “seguridad” de su trío de centrales y el doble pivote defensivo, para dejar que sus delanteros, que no necesitaban del juego colectivo para definir un partido, resolvieran desde su improvisación (les sobraba magia), cada uno de los encuentros.
Más informaciónHace ya algún tiempo, la asociación que agrupa a los preparadores físicos del fútbol argentino, emitió un comunicado de prensa repudiando a Angel Cappa, a partir de considerar que el en ese entonces entrenador de River Plate, había minimizado la labor de dichos profesionales en los planteles de fútbol.
Más informaciónEn reiteradas ocasiones, he tenido posibilidad de dialogar con entrenadores de fútbol infantil y/o juvenil, que casi como acto reflejo, antes o segundos después de expresar algún concepto, hacen mención, casi a modo de aval del mismo, a “sus” logros obtenidos, siempre expresados en campeonatos o partidos ganados (en los peores casos los resultados son expuestos en primera persona).
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